jueves, 27 de septiembre de 2012

*******

Fiera, hoy me dirás qué te ronda por la cabeza. Lo mismo de siempre, esa rutina circularmente viciosa que hace que hundas los pies una vez y otra en el mismo barro. Y crees que no sabrás salir de ahí. Lo has hecho antes, aunque quizá no tan sola como ahora. Pero en el fondo, sabes muy bien que sólo te tienes a ti misma, que es con tus manos con las únicas que puedes contar.

No quiero cuentos de alas rotas, de vivir con el cuerpo a tierra. Deja la poesía para los altos vuelos de días más felices y sencillos. Deja que todo lo que tenga que caer se caiga, aunque la fregona recoja 3 litros de lágrimas. Siempre serás como el capullo de la flor que se va abriendo y abriendo hasta que se marchita. Y lo que tú necesitas es arrancártelos todos, mirarte en tu propia desnudez y reconocerte en ella. 
Lo haces muy bien, así que no tengas miedo. No es tan fácil tropezar tantas veces con una misma y seguir adelante entre tanto traspiés. Tú lo llamas ironías porque al final te roban la sonrisa. Qué más quieres que te diga...

Mira, mi pequeña Fiera, es cierto que nadie va a venir con una varita mágica, que te obsesionas y al final todo se queda en agua pasada. Que son precisamente los pequeños detalles de todo, lo malo, lo bueno y lo peor, lo que no quieres olvidar, por eso mismo quiero que ahora lo entiendas, que retomes esas "pequeñas ironías" pasadas para empezar a sonreír como una tonta. Y deja de buscar, de rastrear. Encontrarás la manera de hacerlo, siempre sabes cómo esquivar el golpe para que no te derribe, pero tienes que aprender a hundirlo bajo tu puño.

Si quieres alas y libertad deja de seguir a las nubes y las huellas más recientes. Trata de encontrar las más antiguas, no fuera, sino dentro de ti, y deshazte de todas las capas de miedos que recubren cada uno de tus pensamientos, de tus gestos, de tus tropiezos. Ármate tú misma con lo que siempre has creído, con lo que siempre acaba saliendo de ti misma. Tómalo y reconócelo. Piensa en todo lo que ha pasado hasta ahora, hasta este mismo punto del camino. Estás en medio, justamente en medio. No hay vuelta de hoja, no vas a huir hacia adelante. Puedes caerte hoy, y mañana, pero el lunes te quiero de vuelta a primera hora.

martes, 25 de septiembre de 2012

2509012

Y no me imagino volviendo a sentir nada así, mirando a los ojos a otra persona y saber todas esas cosas que se te meten por la piel y te levantan todo tipo de sensaciones. No puedo creerlo ni imaginarlo si quiera, no porque no quiera, sino porque sé que es imposible.
Otra persona, otro camino, otra historia. Hace demasiado tiempo. 
Me pregunto cómo habría sido todo si... Tan sólo si. Pero ese misterio será una eterna duda que me perseguirá hasta sabe dios cuándo y que me seguirá afectando hasta que consiga romper con todo. Y a ti ni si quiera te importa, como nunca te importó. Supongo que nunca supiste cuánto, qué alcance, la magnitud... pero a día de hoy sigue jodiéndome la vida. 

domingo, 16 de septiembre de 2012

Bye, bye, Summer of 20...

Al final te vas, otra vez. Cada año te odio menos y cada año alterno eso de querer que llegue Septiembre. Este año le he pedido que desapareciera del calendario, pero me ignoró.
Y mira, llega el momento de sentarme (o tumbarme) y pensar, pero de pensar seriamente. Desde el primer momento supe que no ibas a ser fácil, que no ibas a ser divertido, y vuelves a traerme todo eso que añoro en pequeñas dosis. Sabes que luego esa es la manera en la que el mal sabor de boca se recuerda más amargo, al menos yo.
Me han faltado dos de las personas que más quiero en el mundo. De la noche a la mañana nuestras vidas han pegado un rumbo inesperado. Yo quería reencuentros y en verdad sólo he encontrado distanciamientos. Por un lado, la cara más egoísta y por otro la felicidad de una personilla.
Pero si no hay mal que por bien no venga, lo cierto es que he estado con dos personas que han hecho de ti muy buenos momentos. En realidad tres, pero más bien son dos. Ese lazo que el año pasado se aflojó tanto hasta casi deshacerse, se ha hecho 40 mil nudos marineros encima. Y me alegro. 
Por fin he descubierto cómo es ella, la veo libre y feliz. Contigo (mi amada esposa, jajaja) la cosa se ha hecho más fuerte. Ese cariño especial que he tenido siempre por una y por otra ha estado presente todos los días. Y gracias por las risas, por las salidas, por aguantarme aunque estéis muertas de hambre un día de Extremadura.

A veces piensas que las cosas cambiarán por fin a mejor y al final lo único que se me ocurre es que esas cosas son sólo realidades de las películas. ¿Qué cabe esperar de ciertas personas? Simplemente me has demostrado, una vez más, que cuando hay tiempo no se aprovecha, y que a las prisas y los corriendos se dicen muchas tonterías, muchas babosadas que te hacen una foto perfecta del momento. ¡Anda ya! Dulce mentira, diría un poeta, ¿no? O dárselas con queso al ratón. Pero los ratones ahora son gatos y a veces sabuesos, así que no necesitamos leer para interpretar.
Me hace gracia que siempre caigo una y otra vez, que lo quiero intentar y que hasta parece que ponéis de vuestra parte. Me parece mentira que ciertos personajes hayan pasado a ser "amigos" cuando no son más que monigotes que imitan a los espantapájaros. La excusa es que ya no vivimos,  ya no nos vemos tanto. La verdad es que sólo miráis para vuestros putos ombligos. Las sonrisas regaladas a diestro y siniestro son fotocopias baratas.

Y qué más, qué más, qué más...
Esas cosas que nunca cambian y que ya sólo pueden ir a peor. Me llevo mucha mierda y muchas cosas malas, pero sigo apreciando esos pequeños buenos momentos junto a unas 5 o 6 personas. Las cosas que jamás pensé que pasaran me han hecho cambiar y ver las cosas de otra forma. Tengo más miedos e inseguridades, más pensamientos que me martirizan, pero de alguna manera creo que son la llave a la persona que seré en un futuro lejano o más cercano de lo que yo crea.
Nunca, jamás en mi vida, y es lo mejor que me ha pasado en estos últimos tres meses, he tenido tantas ganas de cambiar. Borrar de un plumazo esta imagen, hacer cualquier tipo de locura, cualquier movida de estas radicales tipo película. Me encantaría, me habría encantado. Pero... ¡ay, amor! El físico lo es todo! =)

Así que... no tengo ganas de irme. Echo mucho de menos una cosa que se llama seguridad, el único lugar que me la ha proporcionado en toda mi vida, salvo aquel pequeño lugar (no tan pequeño) que se llama Oxford. Quiero estar todos y cada uno de los segundos que pueda con la única bola de peluche que me queda, porque no sé cuándo decidirá su reloj que ha llegado la hora. Y quiero empaparme de los últimos años de 4 personas a las que realmente quiero y a las que a penas conozco.
No quiero ir a un lugar donde el norte parece afectar al cerebro. Un lugar donde la gente es estúpida como ella sola, donde mirar por encima del hombro es el gesto común, donde tropezar y pedir perdón es encontrarte con una mirada sucia que te escupe. Pues quedaros con vuestros desprecios baratos. La distinción y el señoritismo no los dan abrigos de pieles, so salvajes. Asco, es lo que dais. Y no quiero sentirme atrapada en una ciudad con semejante ganado. Sí, paleta sureña (del oeste, eh?).
No quiero volver porque, desde el día en que supe que podía irme, hace un año y unos tres meses, supe que jamás, ya nunca jamás, éste volvería a ser mi hogar. Y ando y vago en ese puto camino de 5 horas autobuseras, hasta que Dios quiera que eche raíces, si es que lo hago, en algún otro momento de mi vida.

Y bueno, Señor Verano, que ahí te quedas, que ya te vas largando. Sólo queda una semana y ya tengo boqueras, meínas, ataques de histeria, insomnio, picores... Pero ¡bah! Pienso extender esta semana tooodo lo que pueda, hasta que vuelva a verte, pequeño suspiro anual. 
Te echaré de menos.