viernes, 31 de mayo de 2013

My light is found

" Y sólo a ratos me doy cuenta de lo abajo que me he venido, de lo lejos que he llegado, de lo perdida que estoy y que no dejo de dar traspiés. Vuelvo a preguntarme dónde he estado, qué he estado haciendo, qué me he hecho. Por qué no cojo una lupa y aprendo a mirar, a observar y a entender por fin la realidad, como hacen los demás. Por qué siempre encuentro la forma de aislarme y enredarme con la niebla. Siempre llego tarde, siempre demasiado tarde. Por qué nunca escucho mi propia voz desde el fondo diciéndome "Así no". Por qué siempre acabo retrocediendo o huyendo hacia adelante. Por qué soy capaz de subirme a una nube de fantasía y envolverme en ella, hasta que me acabo escurriendo y rompiéndome contra el suelo. Y sólo quiero eso, quedarme aquí, en el suelo. Lo peor que podría pasarme y presiento que así será es que me enamore. Y ocurrirá, antes de que acabe el año habrá ocurrido. Pero es que no quiero, no puedo, no tengo ganas de volver a intentarlo aunque siga sin encontrar un puto norte".

Tres

Y hay gente que, como tú, tiene la facilidad, el don, la posibilidad y la certeza de enamorar con una sonrisa, de atrapar con la mirada y disolver cualquier situación con un solo gesto. Así de impredecibles, únicos. Nunca sabes cuándo va a aparecer alguien capaz de destruir todas tus resistencias, de atravesar cualquiera de tus barricadas y desnudarte enteramente con una palabra. Capaz de taladrarte y engancharte, de descubrirte y deshacerte, de leerte el pensamiento y tú no saber jamás en qué piensa. No, nunca sabes cuándo va a aparecer alguien maravilloso en tu vida. No es tan fácil. 
Pero tú siempre has estado ahí, y ésa es mi suerte. Te he conocido siempre y aún hoy te estoy descubriendo, cada día un poco más, y cada día estás un poco más lejos. A veces somos dos extremos que se tocan y otras sólo hay entre nosotros un abismo. Eres ese pájaro capaz de volver la vista atrás y sostenerme cuando lo necesito; ese león que ruge y saca las uñas para enseñarme a pelear o defenderme; ese lobo solitario que recuerda el refugio que alguna vez tuvo y que lo ofrece sin miedo para que nadie pierda la esperanza. 
Cuántas cosas eres, cuántas cosas me faltan por saber, cuántas caras he conocido y las que aún habrán de llegar. Y contigo el movimiento no se detiene aunque me cortes la respiración. Contigo el mundo sigue siendo un camino infinito, camino que quiero recorrer más juntos, más lejos, más adelante, de vuelta al pasado, pero sólo CONTIGO. 
Sonreirás al leer todas estas idioteces, pensarás cosas que no me dirás, por supuesto, y luego vendrás a matarme con cosquillas y palabras bonitas. Después te retirarás a tu cueva a buscar una canción en la que pensar esa noche, o esa noche vendrás a mi cama a hacer realidad una nueva canción.

jueves, 30 de mayo de 2013

Dos

¿Tienes idea de lo lentos que pueden llegar a pasar los días? Y luego las horas vuelan cuando menos quieres, cuando más las necesitas. ¿Ves? Se me hace de día pensando en ti, esperándote, imaginando en qué rinconcito estarás tomándote una cerveza totalmente relajado, qué foto preciosa en qué playa estarás haciendo, qué amanecer estarás viendo, o si la luna llena de allí se parece a ésta. O si no hay... Y se me hace eterno el momento en que tengo que volver a los libros. 
Luego está el silencio. No hay ruido que hagas que no conozca. La ducha por las mañanas, el café, tus pasos por el pasillo, tus "buenos días" en susurro, la guitarra. Tendré que pedirte por enésima vez que me enseñes, a ver si esta vez consigo aprender. Música, música, música. Toda me recuerda a ti y no sigo el hilo de nada. Me aburro, me pierdo,  me disperso.
Y es en los días en los que no estás cuando más me pregunto qué haré el día que ya no vivamos juntos. Porque llegará un momento en que esto se acabe, te irás o me iré, quién sabe a dónde, en pos de qué "dicha futura". Me da miedo. Bueno, eso en realidad ya lo sabes, como tantas otras cosas. ¿Te acuerdas el primer día que vine aquí? Me comían los nervios, pero al final ha resultado ser también mi casa, tu casa, nuestra casa. 
Ahora sí entiendo por qué, por qué te encierras y huyes de vez en cuando del mundo. Es este lugar, tu pequeña burbuja, el ambiente que has conseguido crear aquí. Y al final has hecho que yo también sea parte de él, que él sea parte de mí, un cuadro que no quiero que se quede sin marco.
¡Bah! Mejor lo dejo, que me entra la melancolía asesina y ni si quiera Wishkah me soporta así. Sí, Wishkah ha encontrado a alguien que le dé de comer y no le ataca: YO. 

Uno

Por si acaso no he vuelto antes de que te hayas ido, quiero que sepas que voy a estar esperándote desde (¡YA!) antes de irte. Espero que sea un buen viaje y vuelvas cargado de historias que contarme, que me tengas unas cuantas noches en vela, esperando cada palabra como si pudieras teletransportarme a cada lugar (eso se te da de maravilla...) que visites y veas. Me habría encantado poder ir contigo y disfrutarlo yo también, pero qué le voy a hacer. Si pienso aquello de "las cosas pasan por algo", entonces ojalá sea porque el próximo destino sea mucho más alucinante que éste. Lo siento por robarte ilusión pero... Es mi propio cielo, lo sueño, lo dibujo y lo decoro a mi gusto jajaja.
Simplemente sabes que me moría de ganas por ir, que me muero de la envidia y de la rabia, y si no voy a estar contigo en estos próximos días el nivel de desesperación y agobio hará que estalle en mil pedazos. Intentaré recomponerme para cuando vuelvas. Y eso, que te echaré de menos y que lo disfrutes por los dos. 
¡Te quiero!

martes, 28 de mayo de 2013

Stretched to the point of no turning back

¿Condenada a quedarme en la tierra? Ni hablar. Se acabó la atracción fatal. Y una nube se llevó mi cabeza. Aquí arriba o qué sé yo dónde estoy, pero aquí floto. Aquí no hay nada que me sostenga ni me eleve ni me aleje. Sólo suspensión de los sentidos, de pensamiento, de todo lo que me rodea. Cierro los ojos y la música sigue sonando en algún lugar, no sé si dentro o fuera de. Si abro lo ojos no sé qué es lo que puedo ver, la noche entera parece caerme encima y no creo que eso sea muy real. Si, ya, maldita fantasía. Abrí mi cuerpo y me metí dentro de mis propias ideas. Puede que aquí me quede, que aquí me muera, y es mejor este abrigo que la más dulce de las realidades. ¿Qué podría pasar? No. Qué no podría pasar. Y ni el tiempo ni ningún espacio pueden robarme esta mierda de sonrisa. No podrá borrármela ningún golpe limpio. No habrá latido capaz de salvarme esta vez. Ni si quiera una maldita pluma cayendo sobre mi cabeza. ¿Sabes por qué? Porque balancearme y dormirme en la luna, en la cumbre de su sonrisa, es todo lo que quiero y aspiro a hacer.

Listen, beibe...

Y no querría que esto se quedara en un sueño, porque si no voy a poder hacerlo realidad, prefiero reventar yo misma, una a una, todas esas pompitas de jabón. No me importa que estallen si se trata de otra cosa, pero esto, pero tú, pero todo... Prefiero cerrar los ojos y que venga un viento y que haga como que se lo lleva todo. Pero no a ti. No.

domingo, 26 de mayo de 2013

Laralalá... =)

Y me entra el ansia por verte, por pensarte, por imaginarte. Y poco a poco me enamoro más de esa sonrisa, de esa locura, de una puta fantasía. Pero no puedo hacer y deshacer a mi antojo, simplemente llega un momento en el que me da igual y me posee un estado extraño, un colocón que no sé de dónde ni cómo llega. Los días pasan y lo único que quiero es encerrarme en mi propia cabeza, pensando, soñando. No me importa lo que pase fuera, si no tiene que ver contigo. No. No. Nononono. Y así se cierra la cortina, se ennegrece el cielo y vuelve a salir el sol sin que necesite asomarme al mundo para verlo. Ya lo tengo dentro, y soy feliz fingiendo que es mío. 

viernes, 24 de mayo de 2013

Wofwof

Lo mucho que reíamos. Lo mucho que ahora lloramos. Tantísimo que echar de menos. Ganas de todo y más. Lo lejos que parecen estar a penas unos meses atrás. Lo cerca que a veces está la luna. Lo mucho que deberíamos disfrutar. Lo rápido que vamos. El tiempo que pasa y no nos paramos a pensar. Miedo que huye hacia adelante, colgándose de las manillas del reloj. ¿Y sabes qué? Fue tu locura lo que me enamoró.

martes, 21 de mayo de 2013

Por detrás de la verja

Y sus ojos vagan sin rumbo, sin vida, sin brillo, buscando en el horizonte de polvo, desierto y agua estancada, la tierra lejana que añora, que le arrebataron, el hogar del que salvajemente le echaron. Le pesa la mirada y no conecta con nada, con nadie. Sabe que tiene que luchar, esperar, soñando en lo más profundo casi sin esperanza poder regresar, que llegue un día mejor. Hablar de hambre, de sed, de medicamentos que no existen, de consuelos helados y vacíos que no ayudan, eso ya no le sirve para nada. Hoy es un día más, una lucha constante, una supervivencia que no acaba ni si quiera mientras duerme. 
No habla, no dice, no expresa. Quizá ya ha llorado todo lo que podía llorar. Quizá ya ha visto tanto que nada más puede horrorizarle, y su vida se debate entre el recuerdo de un ayer, de una vida normal, cuando iba a la escuela, comía con su familia, jugaba con sus amigos, como cualquier otra persona. Y si pudieras hacer que te contara algo, nunca te acercarías mínimamente a su pesar, a lo que ha visto, a lo que ha sufrido. El shock, presa del miedo, callar es el único alivio. 
Más allá, otra mirada perdida en el centro de un rostro surcado de arrugas. Quizá este sea el último día de su vida, y a lo mejor no le importa, pero piensa en los suyos. Y no querrá morirse sabiendo que ellos van a tener que quedarse indefinidamente en este pedazo de rocas arenosas y polvo. Antes tenía una casa, no demasiados lujos, no grandes cosas, pero al menos estaban juntos, los niños comían y tenían lo necesario, y sí, podían vivir. Calla y sabe, presiente el futuro negro e incierto que se avecina, pero desesperar y perder la fe no es su misión en la vida. Mientras haya una mínima esperanza, rezará para que sea posible. 
Otra cara de arrugas mira fijamente la cámara. Su ojos oscuros sí mantienen un destello de firmeza, como si dijera: lo sé, algún día acabará y regresaremos a casa. Y prevé, e imagina, y aunque está cansada aún se le escapa una pequeña y tímida sonrisa. Si la fragilidad no hace frente a la miseria y resiste, ¿entonces qué les queda? 
El sufrimiento de dos criaturas pequeñas que luchan simplemente por ir a la escuela. Niños que han visto demasiada sangre, demasiadas bombas, que viven cada día como si fuera una carrera. Y no tendrán ni diez años y te dicen "Los mayores nos sacrificamos, pero ¿y los pequeños? ¿Qué culpa tienen ellos?". Niños que hablan de muertes y destrucción como si hablaran de coches que pasan, de pájaros que se posan en las ventanas o de cualquier hecho cotidiano. Entonces te das cuenta de hasta qué punto llega la supervivencia, cómo consiguen sobreponerse y acostumbrarse, aunque saben perfectamente que son barbaridades. 
Y si todos esos ojos oscuros, cejas negras y largas pestañas, labios sellados, gestos perdidos tuvieran la oportunidad de liberarse, te dirían que lo único que desean es volver a casa, a ese pedazo de tierra para algunos, hogar para ellos. Como si sólo por volver a cruzar una frontera sus problemas desaparecieran para siempre. Pero no, saben que la lucha continuaría, que continuará, y solamente quieren que suceda la más rápidamente posible para poder empezar, cuanto antes, a reconstruir los pedazos que quedan de sus vidas, a la espera de un día mejor.

domingo, 19 de mayo de 2013

lkjasñkljad

Gritar más alto y más fuerte no serviría de nada porque no me vaciaría. Es un peso, una cristalización, un dolor que se mete en el pecho y no sabes cómo deshacerte de él ni cómo describirlo. No saber por dónde empezar ni cómo explicarlo. Dar vueltas dentro de tus propios pensamientos sin encontrar un corte que separe las cosas. Parar y volver a empezar, o eso quieres creer, porque en verdad es todo una continuación. Y no te sirve de nada lo que digan, los consuelos inútiles que son las frases de siempre. No quiero eso, no necesito eso. Sé que a todo el mundo le pasa, sólo necesito una mano, no palabras vacías y absurdas. No se hace un intercambio de mierda por tranquilidad, y lo siento, pero a veces es lo único que muchos hacen que piense. "Sí, sí, te entiendo, te apoyo, no te rayes, al final lo conseguirás, sí sí". ¿Y con eso qué hago? 

viernes, 17 de mayo de 2013

Entre Rollings, Che y Leyendas.

Hambre de muerdos, hambre de sueños. Hambre de ganas, hambre de tiempo. 
Ganas de romper las reglas, de construir castillos y derribarlos. Ganas de atravesar el desierto a nado. Ganas de bucear en los infiernos. Ganas de que me trague el cielo, de comerme a Mayo.
Comerme los días y no dejar ni las migas. Comer y masticar lentamente con prisa. Comerte el cuello y morder el hielo, beber rápido para que bajen mejor tus besos. Comer despacio hace que pierda el ritmo. ¿Ves cómo me despisto?
Tragar. Tragarme la vida, tragar sin miedo. Tragarme las nubes mientras descubro tu espalda. Tragarme tu lengua mientras rozo el paraíso. Tragarme las piedras que mi riñón no es capaz de moler.
Molerte los huesos a risas, a cosquillas. Moler el café mientras espero a que abras los ojos. Moler las mentiras al ritmo del mortero. Moler estrellas para que salga el sol. 
Salir fuera y correr, tropezar y rodar por la hierba. Salir y dejar salir lo que sea, las lágrimas, los gritos, las ganas. Salir la rabia y la euforia, y ser libre, libre de todo lo que me ata. 
Atarme las ideas y dejarlas a buen recaudo en algún armario. Atarme los recuerdos a los dientes que ya no duelen. Atarme a los misterios de naves que no tienen freno. Atarme al olvido de lo eterno, vivir en el recuerdo del instante.
Vivir en tu pecera y escaparme de ella. Vivir en la ducha y resbalar por tu cuerpo. Vivir en la calle y no volver a casa hasta haber aprendido algo nuevo. Vivir en la cama, soñando que aún sueño. 
Soñar que puedo, que creo, que vuelo. Soñar que te sueño. Soñarte sin sueños. Soñar que estás ahí, cuando tu mano ya no entrelaza mis dedos, cuando tus dedos ya no rozan mi cuerpo. Soñar que te quedas mudo y que ríes en silencio. Soñar que te ahogo en susurros mejor de lo que nadie había hecho. Soñar que la fantasía vuela y se eleva, fuera de este maldito mundo.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Una etiqueta que decía "Never Surrender"

"Destino, tú venciste. Venciste y simplemente acepté la derrota. Y viví con ella, lloré con ella, la hice mía. No pensé nunca que tuviera que deshacerme de ella, pero también a ella me arrebataste. Y comprendí que era cuestión de tiempo que dejara de necesitarla y me cosí la herida. Volviste a vencer y no me quedó nada. Pero ahora que vuelves, que historias similares se cruzan con un futuro incierto y obtuso que en verdad ni si quiera existe en mis horizontes, también se entremezclan con historias ya viejas, demasiado, y me opongo. Me niego. Perdí, ya está, perdí, y prefiero ser libre y estar perdida y sonreírte, a que me enredes de nuevo y me eches a tu agujero maldito. No, me he cansado. He perdido y punto. Demasiado".

martes, 14 de mayo de 2013

Let me ride into the night

Ni frío ni calor, ni lluvia ni sol. A veces bastaba congelar el tiempo, mirar el negativo de una fotografía y recordar la arena en la boca. Desastroso. Las sombrillas siempre estaban rotas cuando las necesitabas, y si lo piensas un poco, creo que no recuerdo haber visto nunca que comprásemos alguna nueva. Pero poco se puede hacer contra el sol si desea quemarte. Y te quema. Eso se le da de puta madre.
Siento los labios secos y resquebrajados. ¿Un beso? Ni muerta te muerdo. Ahora no. Ya no quiero. Ya no quiero que me hagas llorar más, que te pudras en mi recuerdo. ¿Y por qué es tan difícil? Ya no sé lo que siento, no me reconozco, sólo sé que ya no quiero sentirlo más. No. Este mes me está matando, hay algo que se me clava más y más adentro. Es innecesario que lo diga y me resulta imposible luchar contra mi propia vida. Sabes a qué me refiero, ¿verdad?
En mi cabeza ese mar de nubes desde una ventanilla sucia. La gente, la música, las risas. Compartir es repartir una manzana, un poco ácida, un poco insípida, pero manzana. Y tiro más piedras esperando que mi perro las busque, pero nunca le han gustado y caen del cielo oscuro como si fueran boomerangs, dispuestas y encantadas de aterrizar en mi frente o en mi nuca, reventando felizmente en mi cabeza. 
¿Y qué es lo que una echa más de menos? El aire frío, el tacto húmedo, la sensación de tener un mapa, de ser parte de algo, de no haber olvidado nada. Pero perderse a veces está bien, saber que, intentar algo, pensar. Buscar y mirar, nada más, encontrar el mismo agujero de siempre donde ahora ha crecido la hierba. Las alas inútiles y rotas que tuviste que remendar a lo mejor aún sirven. Tu folio arrugado y manchado tiene aún algunos huecos blancos. La cama fría pero la conciencia libre. La incertidumbre y la contradicción, ellas se encargarán de escribir tu destino más próximo, pero... ¿qué puedes hacer?

miércoles, 8 de mayo de 2013

But I'm low down all the while

La realidad nos atrapó nadando con los ojos abiertos. Tú saliste a coger aire, yo seguí impulsándome unos metros más allá. Cuando quise respirar, la primera bocanada fue fría como la niebla de esa misma mañana. ¿A quién se le ocurre nadar al pie de una montaña? Y mi carne de gallina te buscó arriba y abajo, pero en ese océano improvisado tú ya no estabas. Volviendo los ojos a la cumbre, ¿sabes los precioso que es ver amanecer allí sentada?
Con las mejillas heladas, recuerdo la primera caricia del sol. Pero tú te fuiste antes de poder descubrirlo conmigo. Qué más da. Ya no importa quién estaba y quién se fue. Al final siempre puedo volver a ese espacio silencioso y ligero, donde puedo flotar, donde puedo pensar sin palabras, escuchar sin sonidos, sonreír mirando al fondo o al vacío. Realmente es como si volara, aunque a veces creo que es incluso mejor. 
El frío se te clava como un puñal en la carne al primer contacto, pero entonces te lanzas y te mueves, el agua te acaricia y vas entrando poco a poco en calor. Recuerdo tus labios congelados, su tacto gélido en mi hombro. Las promesas tiritaban igual que nosotros, igual que la llama de una vela poco antes de apagarse. En realidad querías irte y allí fuera no había límites.

El verano me sorprendió una mañana a las 7 en punto. La luz azul ya se había esfumado, pero hay costumbres y manías y las horas fijas nunca dejan de serlo para gente imposible como yo. Recuerdo perfectamente que estaba soñando, con los ojos muy abiertos, que el blanco del techo era en realidad un manto estrellado. Y esa misma noche no pude resistirme, y aunque me helaba con una temperatura escasamente fría, y a ratos creía que eran tus caricias, necesitaba verle la cara a la luna.
Poco tiempo después, no sé si en la mejor pero en grata compañía, conté luceros y estrellas perdidas. Tranquilo,  no pedía que regresaras. Sólo pedía un nuevo comienzo. Nada de historias repetidas, nada de patrones antiguos. Esta vez, si me perdía y no volvía a encontrarme, sería sólo cosa mía. Pero parece que cuando más decididos estamos, va el agua y retrocede, simulando una bajada de marea. Y eso tampoco me impidió ir en su busca. A veces necesitamos el peligro, sentirnos vulnerables para hacernos más fuertes.

Siempre me ha gustado esa idea sencilla de hacerle frente al futuro. Vivir desnudos y desarmados, pensando que todo lo que necesitas ya lo llevas dentro. Quizá tú sepas muy bien que vestirse sólo con una sonrisa no me va a abrir ninguna puerta. Sabes de maravilla que me fallan las baterías y las reservas. Poco a poco la sombra me tomará y acabaré en tormenta, pero si es en verano, no importa demasiado. Y me encanta recordar aquella mañana absurda en el frío más intenso porque me encoge todos los sentidos, los atrapa a la vez en un mismo instante, como la primera vez que subí a la cumbre y miré abajo. ¿Sabes lo que vi? Vi todos y cada uno de mis pasos. Una cadena enorme de huellas muy pequeñas, pero era demasiado. Una no llega a la cima para admirarse, sino para echar el vuelo, y si se cae, empezar de cero. 

lunes, 6 de mayo de 2013

Respuestas

¿Alguna vez te ha pasado que sientes que sólo sabes darte cabezazos contra la pared, que tienes una nube en la pupila y una venda que no te dejan ver, que estás sumergido en una burbuja que por más que quieras no puedes estallar y así, vas dando tumbos de un lado a otro, tirando con todo lo que hay a tu paso? ¿Alguna vez en medio del silencio mortal eres el idiota que hace crujir una grieta y tiras con todo provocando un terremoto? ¿Has visto la sonrisa irónica del día en sí mismo, desde lo más profundo de la irracionalidad? ¿Se te ha bloqueado tanto tantísimo el pensamiento como para quedarte mirando el infinito, sonriéndole a la incredulidad de los hechos? ¿Se te han acabado las lágrimas de tanto golpe en eso que tantos llaman "un mal día" o "mala suerte"? ¿Alguna vez has sentido que se te venía el mundo encima, has reventado y vuelves a comprobar que no has terminado de explotar, pero resulta que se te han acabado las fuerzas para volver a la carga y te derrumbas en el primer rincón que encuentras? ¿Has pensado mil millones de veces cada día cómo y dónde puede ser y estar la clave de todos tus fallos? ¿Sabes qué es lo que se supone que debes hacer cuando te sientes encerrado, dando vueltas sobre ti mismo dentro de un caleidoscopio? ¿Se pregunta un loco alguna vez si está loco? ¿O sólo los cuerdos se dan cuenta de que están perdiendo los papeles?
¿En dónde se supone que debes de encajar cuando ves que no encajas en ninguna parte? ¿Tienes que sentarte a esperar o echas a andar sin rumbo, sin pensar en consecuencia alguna, ya sea por una carretera o desde el simple hecho de pensar "que venga lo que venga"? ¿Es posible abandonarse y derrumbarse cuando dentro sigues luchando contra ti mismo por sacarte de ese agujero? ¿Es posible seguir luchando y dejándose la piel a pesar de que por dentro no seas más que una hebra de hilo? ¿De verdad se puede vivir siempre en círculo y montaña rusa cuando todos te dicen que debes seguir la línea recta y no apartarte del camino? ¿Recuerdas cuando empezaste a nadar y te hundías porque nadabas como un perro y no movías bien las piernas? ¿Crees que si hubieras aprendido a nadar correctamente y no sólo a bucear podrías encontrar ahora las cosas desde la realidad y no vagando desde la ignorancia? ¿Te has podido parar alguna vez a pensar tu suerte, a saborearla un segundo, aun cuando el mundo te revienta los oídos y el corazón con prisas para rellenar papeles, huecos y calificaciones?
¿Alguna vez has visto llegar la noche y pensar que no hay nada más bonito, deseando que no se te escape nunca jamás ese recuerdo y a la mañana siguiente sólo sientes que estás deshecho? ¿Has amanecido alguna vez con la sonrisa más bonita, más sincera, más cálida y más deseosa de dar, de poder disfrutar y compartir, y te ha llegado un viento o un algo invisible de no se sabe dónde y te la ha arrebatado? ¿Te has imaginado alguna vez siendo pájaro, queriendo volar, siendo feliz y en un momento dado sientes que eres ese colibrí precioso que pierde fuerzas, que le pesan las alas y que se las arrancan violentamente? ¿Has llegado a pensar alguna vez que la libertad no es más que la mayor mentira que te han contado en tu vida y que, sin embargo, no puedes dejar de pensar que existe porque si no, tu vida ya no tendrá sentido, ni valdrá una mierda, ni podrás seguir avanzando? ¿Te han dicho alguna vez que puedes llegar a ser quien quieras? ¿Te han soltado así de repente que eres lo más maravilloso y al poco que eres el mayor problema?
¿Has buscado incansablemente esa brújula bendita o maldita que te lleve al mayor abismo o al mejor destino? ¿Has creído siempre o nunca que el camino se hace andando, que nada está escrito o que ya está todo preconcebido y preparado? ¿No te parece que a veces todo es perfecto y otras que el mundo conspira contra ti únicamente? ¿Nunca te has sentido tan grande que al final eres lo más pequeño en lo que puedes pensar? ¿Nunca te has sentido tan pequeño e inútil hasta querer desaparecer y te has avergonzado porque no eres nada en esta magnitud? ¿Te has preguntado alguna vez quién eres, además de ese que ríe, llora, come, bebe, ama, odia, vive, hace el amor, se pierde, juega, estudia, insulta, labra, despotrica, maldice, comparte y sufre? ¿Has encontrado alguna respuesta a tu nombre, a tu cuerpo, a tu mente, a tu yo? ¿Te has pensado como individuo, sujeto, yo? ¿Has pensado alguna vez que tu nombre pierde hasta sus líneas invisibles, todas sus letras, si lo repites y lo piensas tanto desde un plano diferente, como desgastándolo?
¿Has llegado a alguna conclusión sobre cuál es tu futuro, qué quieres hacer con tu vida? ¿Preferirías volver al pasado o dejar que venga el resto de tu vida y que sea lo que quiera ser? ¿Te gustaría tener el poder o la capacidad para borrar o mejorar de antemano o desde el pasado lo que haya de venir? ¿Y no te gustaría despertarte un día a los 70 u 80 y darte cuenta de que todo ha sido un corto e intenso sueño, malo, bueno, horrible, maravilloso, tremendo, trágico, increíble, feliz, no tan así o asá, pero al fin y al cabo, ver tu historia escrita, o perdida o dibujada o grabada en tu memoria? ¿Crees que las estrellas escriben nuestras respuestas? ¿Crees que sólo somos un error mal hecho de la naturaleza o al contrario, y somos su mejor creación? ¿Somos acierto, error o sólo contradicción? ¿Hemos de ser sólo blanco o negro o gris habiendo tantísimos colores? ¿Por qué pensamos que lo fácil es lo mejor? ¿Tú también crees que es fácil ser malo e injusto porque es más probable que miremos nuestro egoísmo antes que ser bueno y justo porque es más difícil pensar en los problemas ajenos? ¿Qué llena más, satisfacer o que te satisfagan? ¿Es mejor morirse de aburrimiento por no tener nada que hacer o estar tan ocupado que se te va la vida en ello?
¿Por qué coño y cojones no puede haber término medio, tiempo, pensamiento, respuestas, soluciones, ganas, trabajo, felicidad, libertad, sueños, esperanzas y sufrimientos? ¿Por qué, si hagamos lo que hagamos, no podemos entender que a veces podremos, otras no y que ni los malos son tan malos ni los buenos son tan buenos? ¿Por qué no podemos entender que las monedas tienen dos caras pero son una única y misma moneda, o que el día y la noche son formas del mismo cielo?


De fiera a fiera.

¿Querer? Yo ya no quiero nada a estas alturas. Bueno, quizá. Quiero poder conformarme con un simple me conformo. Tan sencillo como eso. Y no quiero que se espere nada de mí, que se inventen batallas, que se me obligue a sacar las uñas y a perder. No quiero más. Y eso es todo. Ya no quiero volver a querer. ¿Para qué?  

domingo, 5 de mayo de 2013

Blablablámás.

"Y si pudiera borrar el mapa no habría límites, ni líneas, ni fronteras. Si pudiera lo haría desaparecer, y no tendría ni forma ni materia. No quedaría nada, y nada no sería un hueco en el que hubo algo. Nada sería un algo que nunca existió, nada sería lo perfecto. 
Y si pudiera rebobinar todos los momentos, no tendrían lugar ninguno de ellos. No quedaría nadie para pensarlos ni transformarlos en recuerdos. No serían un hilo del que tirar y leer una historia, ni una imagen que ver, ni una canción que escuchar. No serían sueños imposibles e irrealizables, no serían realidades que nacieron un día concreto. 
Sí, si pudiera borrar cada huella maldita de ese paseo, de esa arena, de ese cemento, no se habrían dado. No hablo de corregir, hablo de no permitir. Y así acabaría directamente con el mayor error de mi vida, el que nunca cometí y por el que no pude elegir".  

miércoles, 1 de mayo de 2013

Y Mayo fue el fin del mundo

La cortina gris de lluvia por fin se hace a un lado y deja entrever los incipientes rayos. La mañana comienza, lenta y perezosa, y la noche azul retira su traje de terciopelo, llevándose su manto de estrellas consigo. La luna aún resiste, todavía quiere ver. Y, sin embargo, tu sonrisa hace rato que se ha apagado, al menos eso dicen los periódicos de entonces.
Me animé a cruzar la plaza y a asaltarte en un segundo por detrás de una columna, y mi error fue tan sencillo como pisar las baldosas equivocadas. No pisar las rayas, hay que respetar los márgenes, tus pequeñas barricadas. Pero entonces me dio igual, ¿sabes por qué? Porque si me hubiera ido sin decirte una sola palabra me habría matado el arrepentimiento. Echo de menos lanzarme de cabeza al agua y romper la superficie del agua helada, que se me encoja el corazón y se me detengan los pulmones. Atrapar el segundo y liberarlo de intenciones.

Todo aquello que yo quise simbolizar, pintar, escribir, soñar... Eso ya hace mucho que se me escapó. Hace meses que las cosas yacen inertes aquí alrededor, y trato de reavivarlas inútilmente. Quizá sólo duerman por ahora, y a lo mejor algún día podré volver a buscarlas. Y de momento tengo que irme desnuda, desarmada, pero aún insegura. No quiero decir que me importen los callos en los pies o las heridas que escuecen. Tengo miedo de no ser fuerte, lo suficientemente fuerte como para... Solamente quiero seguir. 
Hace justo ahora x tiempo, y también, anteriormente, xx tiempo, fue esta misma época del año, este mismo mes maravilloso. ¿Sabes que estoy enamorada de él? Siempre ha sido tan importante en mi vida... Tanto para hacerme feliz como para dejarme y verme derruida. Pero siempre he pensado que no lo merece, que no es sino la cumbre de la sonrisa, allí donde llega por fin uno y se mira a sí mismo, cerrando los ojos mientras el sol le da de frente. Ésa era mi visión. Ésa era ella al final de la escalera. 

Cada año, cada vez, ella se torna luna unos meses y sol los otros. O quizá no. A veces pienso que es la sombra del eclipse, y desaparece, pero más tarde resurge, y es como un fantasma, porque nunca la oyes llegar. A lo mejor es que nunca se va y siempre está aquí, aunque juraría que puedo notar el hueco vacío en mi pecho cuando se despide sin decir nada. Pero ella es así. Un día viene exaltada y toda colorada, y otros días se viste con la sonrisa melancólica y se va a dormir al amanecer. Y dirás que de qué te hablo, y yo te diría que no importa. Una vez te lo envié, seguramente ya lo has leído antes. Qué más da.
Y, sin embargo, es ella ese símbolo del que hablo. La mitad de una cosa, la cara de una moneda de la que nunca ves la cara oculta. Eso que eres tú, misterio infinito, luz propia, sentido-sin explicación. Ay, Dios...

Y vas a irte para siempre sin que haya habido una triste posibilidad. Realmente llegué a pensar que eras la pieza perfecta, aunque desde antes de conocerte ya supe que sería imposible. ¿Te la presento? Pues ésa es ella. Más bonita mil veces que todas las mariposas y gatas con las que te enroscas, intocable y libre, pero nunca mía, sólo parte de mí. Yo no soy ella, pero cómo decirte... Es mi flotador. Sólo ella me rescata, una y otra vez, desde que puedo recordar. Fue quien apostó por ti, mucho antes de que yo si quiera me diera cuenta. Llegó a confundirme tanto que creía haberte conocido antes incluso de saber que existías. ¿No es absurdo? Pero ella es fantasía. Ella es la que te escribe y te dedica, la que te pide y te suplica, la voz sin sonido, el susurro sin aliento que te sopla la nuca y desea ponerte la piel de gallina. Ella. 

Me mira seria y firme, decidida pero sé que no tiene ni idea de a dónde va. Es una triste flor que vaga sin rumbo, que dibuja sus pasos por el mundo creyendo que cualquier suelo es arena dorada. Me hace reír el ver que está tan sumamente equivocada y me dejo llevar. No tengo tampoco a dónde ir si no es con ella. Y empieza su baile, su camuflaje, me nubla los sentidos y se va disipando en el tiempo. Cómo sé que está, pues no lo sé. Acabo por sentirla o presentirla, no puedo decirte. Me pierde en un laberinto que finge casualidades con la esperanza de que alguien crea que era predestinación.
Es demasiado orgullosa para admitir que contigo también se equivocó y necesita que yo dé la cara, por mí misma. Sí, es absurdo. Pero insiste en que piense e imagine, que me identifique y sienta las letras de las canciones, que recuerde frases de libros y sueñe y navegue por ese mundo azul que ella habita. Sé que es ahí donde reside el sentido de la vida, de mi vida, si es que tiene alguno y ahora me pide otro momento tragicómico y novelero de lágrima fácil o sonrisa irónica:

 "Anduve poco y nada, mucho y demasiado, sabiendo que iba a encontrarte, aunque anduve fingiendo que no te buscaba. Y así llegué a ti, haciéndote desplegar las alas y viéndote huir, mientras me quedaba con las uñas clavadas en el suelo, mirándote a lo lejos. Así llegué al fin del mundo en un día como estos".