jueves, 23 de enero de 2014

Wish you were here

Tenías la mirada fría y la sonrisa derretida. Se te caían las palabras de las comisuras de los labios sin que dijeras nada. Y la luna te nublaba aquellos días, te robaba la luz de los ojos, congelándote hasta los nervios. Pero siempre supiste poner un pie delante del otro y hacer equilibrio, seguir avanzando. Nunca diste tu brazo a torcer, nunca cogiste una mano que se te ofreciera. Y aún me pregunto por qué, si la caída estaba tan cerca... Pero tú siempre levantabas el vuelo a centímetros del suelo y mi incomprensión me hacía pensar: ¿Qué hemos encontrado? Los mismos viejos miedos. Ah... Pero eso no es nuevo, ¿verdad? Robarte el tiempo a base de versos nada propios, eso nunca te gustó. 
Y te ibas con el día porque la noche se hacía tu cómplice. Cuántas tonterías que no te importaban una mierda y ni si quiera sé por qué aguantabas, por qué te reías. ¿Sólo por hacerme sentir mejor? Jajaja... Tal vez. Y son esos pequeños gestos los que no se olvidan, los que a pesar de todo, siguen clavándose de diferentes maneras aunque el tiempo crea que ha conseguido barrerlos. 
Pero no, tú sabes muy bien que a veces nos escondemos detrás de las cortinas. El sol se colaba como podía por entre sus dibujos y la lluvia se iba. Entonces todo era como un sueño aunque sabía que era real. No sé si era confusión o a lo mejor tuve una pesadilla, pero creí que ibas a quedarte. Y durante esa fracción de segundo, aún fui capaz de ver tu sonrisa congelada. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario