lunes, 2 de febrero de 2015

Mudos

Y si el silencio sigue siendo respuesta, es porque ni le importa, ni se ha dado cuenta.
No hay nada más que añadir. 

Y así, a fin de arrancar esas esquinitas de papel que suelen traer las agendas, para ver pasar los días. Ésas eran mis horas muertas cuando daba historia. Ahora necesito ocupar mi cabeza con otras cosas. Historias aún anteriores, tan anteriores que ni si quiera existieron, y que forman un conjunto de retales extraños en mi memoria, como si realmente pudiera reconocerlas, o recordarlas, como si realmente pudiera anhelar algo que jamás viví. 

Pero no es eso, tampoco es eso. Siempre es otra cosa. Un velo más, un más allá, un día, otra cortina. Vuelve a ser de noche, vuelvo a tener sueño, vuelvo a querer fantasear y no puedo. Es demasiado tarde para volver a empezar. 

El tiempo nunca es suficiente. Sólo las lágrimas secas dibujando curvas blancas en mi cara me dicen que realmente estuve durmiendo. ¿Y sabes qué? Ni si quiera sé soñar. Ni si quiera recuerdo, ni sé qué pasa cuando cierro los ojos. Sólo sé que a menudo es lo que más me gustaría poder hacer. Dormir y ver que pasa el tiempo, que se pierde, que se va, que se sigue alejando. 

Pronto la niebla se lo tragará de nuevo, ese viejo barquito pequeño. El agua helada nos dice la hora. Las brumas blancas de otra mañana que empieza, de otro día que no ve el sol que empuja detrás de las nubes, otro día camino de morir, que lucha por encontrar un hueco entre ese maremagnum gris.

Y estas son las clases de tonterías que me habría gustado decirte, de otra forma, de otro color, en otro lugar, o éste habría estado bien, quizá. Las cosas que prometí no desenterrar. Es más fácil de lo que pensaba. Supongo que aprendí que había que dejar que el pajarito volara. El mío no voló, sólo se ha difuminado hasta hacerse invisible. Qué más da, un fin es un fin. No importa cómo. No en este tipo de historias que sólo pueden acabar mal. 

Ésta debía de ser la mejor manera de todas, ¿no crees? 
Sólo espero que realmente seas feliz, como siempre. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario