jueves, 11 de junio de 2015

Rott

No sé dónde está el dichoso valor del que me habla la gente, si cada día que pasa yo me siento más inútilmente perdida, enjaulada y agobiada por las situaciones. Me gustaría saber si realmente he hecho algo, si me merezco esta grandísima cruz que tengo clavada, que cada día se me hunde más y más. Pero sé que es absurdo preguntarse cosas así, porque la vida ni es justa ni es injusta, simplemente carece de valores morales o éticos. Solamente es que estoy cansada. 

Estoy cansada de que todos me quieran medir con su maldita vara. Que sus medidas sean las mismas para todo el universo, y que cuando se dan cuenta de que no es así, se echen a un lado como si fueras un animal enfermo, que al fin y al cabo lo eres, sabiendo que necesitas "un trato especial" porque no puedes aspirar a nada más, supuestamente "PORQUE NO QUIERES". 

Y luego está esa gente que se siente poderosa, que se crece en las situaciones y se siente con la autoridad moral suficiente como para ningunearte, por haberla cagado una puñetera vez inconscientemente. Podrías haber matado a alguien, podrías haber robado, haberle prendido fuego a algo, haber envenenado su comida, haber contado su vida, haber puesto a esa persona a caer de un burro... Pero sólo quería romper el hielo y romper el hielo fue prender una hoguera. Y tú no eres nadie para decir, pero a ti sí te pueden decir, te pueden hacer sentir como una mierda, como una criatura miserable a la que le gustaría desaparecer y no tener que sentir la quemazón, la rabia, la locura, la puñetera confusión.

Porque, ¿cuándo? ¿En qué momento? Y no tengo un punto de referencia, pero las cosas venían de antes y yo hecha imbécil pensando "guay", poniendo las manos en el fuego. JAJAJA. Pero yo soy peor persona, porque intento que los demás me solucionen la vida, como si no tuvieran problemas. Yo soy peor porque soy una niñata de 23 años, como muy bien dices. Yo soy peor porque molesto 55años de 24h que tiene un día. Encima miento. No hago las cosas de las que se me acusa, pero miento. ¿Y por qué miento? Porque los hechos son lo que cuentan, y no cuenta lo que yo pueda decir. No puedo defenderme porque es patético: no tengo nada que decir. Sólo puedo reconocer mis fallos y los que no son mis fallos. 
Entonces me sale la bestia burra y me niego. ¿Por qué tiene alguien que ponerme contra las cuerdas? ¿No te importo pero te sientes libre de hacerme sentir a mí como si fuera una grandísima hija de perra? ¿Soy la puta peor persona del universo? ¿Soy el jodido monstruo que me han hecho sentir? No. No, no creo que lo sea. Simplemente quiero deshacerme de lo que me envenena, de esta sensación de estar contra el mundo. No sé estar mal con todo lo mala malísima y puta que soy. Fíjate. 

Pero esto es autocompasión. Siempre es autocompasión. Autocompasión es sentirte impotente, cuando son las 4 de la mañana y no sabes qué hacer con tu vida, no tienes con quién hablar porque todos están durmiendo y el resto del día están haciendo sus vidas. Autocompasión es esa desmedida, queja inútil sin sentido, frente al resto del mundo que se muere de hambre o no tiene un céntimo para drogarse o pagar la luz. Eso es lo que importa. Entonces me siento triplemente mierda, porque encima no tengo problemas "serios". Sólo soy una cría, ¿qué voy a pensar? Egoístamente, claro está. 

Y me gustaría ser inconsciente a tope. Un día, dos. Que me importase una mierda lo que piensen. Hacer sentir igual de mal a la gente que me ha reventado en dos segundos, porque esto no es consecuencia de mis actos únicamente, no. Es más. 
Y también me gustaría que la gente se sintiera superada, frustrada, cansada y perdida como me siento yo. Desear romper con algo que te tiene sumamente atada y que no puedes, porque no es lo correcto, no es lo inteligente. Un precio que no merece la pena. Un precio que te está costando años a cambio de absolutamente nada. Bueno, sí, un papel de 300€ que serán el resumen de 5 años/6000 ó 7000€. Pero eso las niñas de biberón no lo piensan, sólo piensan las niñas grandes, para las que el mar sigue siendo un charco que se puede saltar, y la vida ese camino en el que puedes hacer cualquier maravilla con sólo proponértelo. Pero sí, la vida es una mierda, ¿cómo te vas a engañar?

Y yo no pienso ni que la vida sea una mierda, ni que el mundo merezca explotar, ni que la gente deba sufrirme, ni que yo deba ser así, ni que... Porque es muy fácil ver sólo la parte mala, pero nadie escucha hasta el final qué es lo que quiero decir. Y lo que quiero decir es que no estoy hecha para cargar con tanta negatividad encima. No. No lo soporto. No soporto llevarme mal con nadie, no soporto pensar que he hecho daño a alguien, que me he equivocado, que la he cagado y que por mi culpa va a pasar algo. Me preocupo por tonterías y por cosas serias, y mi mayor miedo es equivcarme y tener remordimientos. No sé luchar contra eso. Y ahora mismo me muero, me muero por salir de este agujero, lejos, empezando de cero. Acabar ya y prenderle fuego a esta etapa de mierda, a estos seis meses de mierda. Porque no recuerdo haber estado más hundida, más perdida, más sola que en estos momentos. 

¿Y por qué lo escribo? Porque no puedo hacer otra cosa con las manos. Sólo escribir. Y es o llorar y tragarme la rabia, o llorar, escribir y tragarme la rabia. Al menos me calma y se me pasa un poco la impaciencia, y las ganas de echar a correr. De que llegue el verano y me pueda escapar y no volver. No volver, a pesar de que en el fondo, si hubiera podido hacerlo mejor, me habría gustado vivir aquí y que esto fuera de otra forma. Todo. Otra historia. En verdad nunca pierdo la esperanza de un algo mejor, ése es mi mayor problema: creer que es posible un último intento. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario