sábado, 23 de enero de 2016

Easy Rider? (Born to be wild, babe, my favourite part).

Hace poco un "(¿)amigo(?)" me preguntó a modo de broma, supongo, o interpreté, si alguna vez sonrío por algo, si siento aprecio por algo. 
Claro que sonrío y aprecio, especialmente sus palabras me dieron risa y me hacen sonreír. ¿Por qué? La emoción tontuna ya se me pasó, sólo que él no lo sabe, y como no cree lo que le dije, o no sé qué espera de mí, difícilmente podré decirle o explicarle qué pasó, por qué, y esa infinitud de cosas que quizá le gustaría saber, pero que su actitud me dice que le da absolutamente igual. 

Claro que sonrío. Es curioso y gracioso, porque seguramente los momentos en los que más sonrío es cuando estoy sola, igual que cuando lloro. Los ataques de risa no suelen darme en compañía. Básicamente, paso más tiempo conmigo misma que con absolutamente nadie. Tampoco me supone especialmente un trauma, ya que si me río suele ser por ocurrencias que han tenido otras personas, momentos que me han hecho vivir, situaciones surrealistas con mis amigos, las típicas gilipolleces de cuando teníamos dieciséis, las barbaridades que se me han podido ocurrir y de las que me da vergüenza hasta contar... 

Pero es más fácil verme, intuirme, clasificarme, desde la barrera de la etiqueta "QUÉ NEGATIVA/PESIMISTA ERES". Yo seguiré llamándolo realismo en su mayor parte. Una cosa que acaba de hacerme gracia es el titular "Rajoy se niega a abandonar la investidura...", y el otro "Iglesias y Sánchez quedan para hablar este fin de semana". ¿Cómo no voy a reírme con lo irrisorio de esta situación? ¿Cómo no voy a pensar que este país, por ejemplo, es una grandísima broma, un chiste de mal gusto, una naturaleza tremendamente encarnada, nacionalista, extraña, ilógica..., y no sé cuánto más, en tanta y tanta gente de este país? 
Realmente pienso que esta parte de mí no puede ser tan mala. Sacarle la gracia a una de las situaciones que, más que nunca, deberían cambiar el destino de este país, me parece que no me delata como una persona tan negativa. De hecho, ha pasado lo que creí que iba a pasar según las situaciones que se dieran: gana el Guapo, el Revolucionario sigue con sus ideales en pie, pero poco a poco, verá cómo sus actos no casarán con el poder y tendrán que dejar que otra mano y otra obra dirijan y efectúen los cambios sociales, que no serán tantos cambios. 
Era imposible una mejora en este país. Todavía estoy esperando sentada a que me sorprendan una buena mañana con una noticia estupenda: España avanza. Ilusa de mí que llegué a pensar que la sociedad española acabaría convulsa, revolucionada, rebelándose, ¡hablé de guerra! JAJAJA Y resulta que hace un mes el colega más votado es el mismo imbécil que cada vez que da un discurso, no sabe ni hacia dónde mirar porque no se cree lo que pone en el papel que trata de leer. 

Claro que sé reírme, que me da la risa, que sonrío. A veces mi cabeza no puede responder con una respuesta lógica al hilo de la realidad, entonces todo me parece tan irónico, tan satírico, tan sarcástico, tan inconcebible, que no puedo hacer otra cosa que descojonarme, yo sola, en mi cuarto. 
Nada resume mejor, para mí, la historia de los últimos 80 ó 90 años de España que los versos de Machado (Cantados por Serrat): "Ya hay un español que quiere/ vivir y a vivir empieza/, entre una España que muere/ y otra España que bosteza./ Españolito que vienes/ al mundo te guarde Dios/. Una de las dos Españas/ ha de helarte el corazón".

Y es obvio cuál de las dos sigue helando el mío, ¿no? Tanto como para creer que el cambio empieza con una situación máxima y extrema, a la par que pienso que eso jamás sucederá. 

No pensaba en política, realmente. Ni en dirigirme a ese muchacho en concreto (si lees esto, ¡hola, Alex Casademunt, dale recuerdos a Bustamante!). Simplemente son cosas que me hacen repensar cómo me muestro, cómo soy y qué acaba captando la gente de mí. Porque me apuesto lo que sea que nadie ha atravesado la puerta, ni ha intentado ir más allá de lo que a simple vista encuentra cuando hablamos. En especial, el Bobifláutico (tema que me sigue enervando -_-). 
Pero ni si quiera se trata de echarme flores, de decir "Uy, os perdéis algo emocionante que conocer", porque no soy ese tipo de pava arrejuntahombrespalbosillodelego. Me aburre. Por eso sólo cuenta mi opinión siempre con respecto a mí misma. Me basto yo sola para hundirme y salvarme, y los comentarios positivos y negativos de los demás jamás ayudan, aunque vengan de las personas que más quiero en este mundo. Es imposible que pueda empezar, a estas alturas, a tomarme nada en serio ;) :*

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