miércoles, 3 de febrero de 2016

Looking to see how much we're growing

Me parece increíble (sí, todavía) la tremenda incapacidad de la gente para ignorar tu pensamiento si no coincide con el suyo. Esa necesidad de que el mundo coincida con el suyo. La fuerza, el empeño que ponen por señalarte, por hacerte saber, que no están de acuerdo con lo que piensas, porque no está bien. 
Pero bueno, mientras se trate de temas estúpidos, de temas donde no pincho ni corto, etc., no me importa. Lo que me toca la moral es cuando no puedo pensar lo que me salga del ojo interno con respecto a mí misma. ¿HOLA? 
Y tienen que hacerte ver, hacerte saber que estás completamente equivocada. Tomo nota. 

Es decir, no puedo opinar negativamente sobre mi aspecto físico, porque hay gente que considera que no es importante. No puedo opinar negativamente sobre mí misma, porque tengo que aceptarme como soy. No puedo opinar negativamente que pesar X es peor que pesar 50kg (siendo éstos mis kilos, que son míos, no de nadie más, cogidos y cebados por mí). No puedo opinar lo contrario con respecto a mí misma, porque una persona piensa positivamente sobre SU cuerpo, SU vida, SUS decisiones, SU personalidad, etc. 
Y me mata.

Me mata. Resulta que no puedo pensar libremente porque tengo que pensar conforme al molde de los demás. Es como retroceder a los trece años, en medio de ese mar de imbecilidad permanente de niños intentando averiguar qué son, quiénes son, cómo tienen que comportarse, qué tienen que hacer para caer bien y gustar a otros, etc. Si entonces me aburría, me superaba, me agotaba tener que ir a contracorriente con ellos, ¿cómo no va a cansarme once años después? 
Virgen santa... Si mis acciones no te afectan ni te ofenden personalmente, ¿qué tienes que decir acerca de lo que yo digo o pienso de mí misma, si no te he pedido opinión? 
Encima me saltan con que es podrían contestarme. ¿Y qué? Que me digan lo que quieran. Ya puestos... 

No me trago el círculo vicioso de "somos liberales y respetamos todas las opiniones, pero depende de qué estemos hablando, porque si es esto, pues no, si es lo otro, tampoco. Porque como comprenderás, yo no puedo tolerar que, si no estoy de acuerdo con... Porque no es normal, claro, eso no se ha visto nunca, salvo cuando eres un/a friki, en contadas ocasiones, muy pocas excepciones, pero sí, yo respeto, eh".  
Si yo no pregunto, ¿por qué vienen a cuestionarme? Si no pido consejo, ¿por qué tratan de darme lecciones de vida, de moralidad, de cortesía, de corrección? 
No, gracias. No las quiero, no las necesito. 

Sigo pensando que para ser realmente libre, una persona tiene que renunciar hasta a su propia conciencia, en el sentido de que pone una barrera a todo lo que le pueda afectar, a todo lo que pueda alcanzar su estado de peace of mind. Y cuando aprenden a hacerlo, todo pierde importancia, salvo muy pocas cosas. Por eso sé que yo no soy ni seré nunca libre. Hay límites de los que no podré deshacerme nunca, y muchos que no quiero perder. Pero una cosa es ser libre, saberse libre, y otra creer que lo eres, sentir que eres libres. Yo siento que soy libre y siento que no lo soy. 

Lo soy cuando nada me mueve a actuar de una determinada manera. Dejo de serlo cuando, por ejemplo las circunstancias, me obligan a elegir un camino, o a tomar un camino, que no quiero. Pero una cosa es estar enjaulada, y otra es vivir en la realidad, y en la realidad no somos libres, creemos vivir en un lugar donde hay libertad, pero que no deja de ser una jaula grande, de la que tendemos a ignorar los barrotes.
¿La prueba? 
Esa misma gente que siente la necesidad de reprobar mis opiniones sobre lo que quiero ser y cómo quiero ser, porque "tengo que conformarme con lo que soy", "aceptarme" tal y como soy, "QUERERME" como soy, porque ellos decidieron conformarse un día y piensan que son, que san, que tienen, que dejan de tener, que me trago su "filosofía" de vida megaguay de "yo no sigo normas, sólo las mías", pero resulta que trato de imponerte mi punto de vista. Otra forma de llamar a esto es falta de educación, invasión del espacio, en temas que ni te van ni te vienen. 

Pd. Si estás leyendo esto, love, siento decirte que yo lo hice, que la cagué, pero mira, reconocí lo que hice mal, porque no tengo la necesidad de mentir para demostrar mi hermoso razonamiento como superior al de toda criatura viviente, porque no busco ser la "más mejor" ni la "más malota in the world". Esas cosas se curan con la adolescencia, si llegas así a los 20 y más allá, es que estás pasando la etapa que aún no has pasado.
Un beeeeso. 
Pd. 2. Me va de puta madre. Ahora sé lo que es vivir tranquila, algo que aprecio mucho.
Pd. 3. Y no necesito una niñera ni biberón, ni pañales ni chupetes. Maybe you. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario