martes, 19 de junio de 2012

19J69

"(...) Correré. Correré tan rápido que al final nada ni nadie me alcanzará. Y llegaré a tu lado, para mirarte a la cara y ver el rojizo de tus mejillas sonriéndome. Entonces aparecerá ese hoyuelo tuyo y me enamoraré más y más. 
Correré sin parar, aunque me resbale, tropiece o tenga que saltar. Actuaré, sonreiré, miraré, lucharé, viviré. Llegaré a la cima, a la cima de tus besos, allí donde nadie ha anidado aún jamás, salvo en tu pensamiento.
No arrancaré los pétalos de las rosas que me vaya encontrando, dejaré que el aroma de la primavera ya olvidada me nuble los sentidos, pero no me hará volver. Iré por encima de todas las plantas venenosas, de las víboras que muerden en cero coma. Ya sé que hay cosas que se tienen o no se tienen, pero no quiero pasarme la vida buscándolas para enseñárselas a todo el mundo. Eso es cosa de altos vuelos y rápidas y fáciles caídas.
Busco las plumas para construirme las alas, no quiero ser como Ícaro, por eso a ras de suelo, por eso polvo del camino, por eso nubes y tormentas y caer en el barro. Quiero la sensación, tocar y transmitir, así como cuando me miras a los ojos y se me pone la carne de gallina. Así, intuición.
Sabes que sobran las palabras, que las noches son demasiado cortas pero que el tiempo nunca deja de ser relativo. Unas pocas horas pueden ser el mayor placer de la vida, de mi vida y quiero compartirlas contigo.
Quiero y voy a llegar a la cima, y cuando llegue, si el sol se va, entonces pasaré la mejor noche, la más tranquila, el mejor sueño, y cuando esté amaneciendo, me despertaré con la caricia dorada del final del viaje. Y entonces aparecerás tú, surcando los cielos y yo me lanzaré al vacío, por fin, a la dichosa caída libre, a la suspensión de todos mis sentidos, al olvido del mundo entero, a entregarme por fin, sabe dios a qué y con qué fin. Pero sé que seré feliz. Y por eso correré, para aprender a volar (...)"

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