viernes, 27 de enero de 2012

<<Luces de Colores que parecen...>>, y la guitarra de Antonio Vega.
Poco a poco se van elevando ante nuestros ojos, desde algún profundo lugar, más o menos oscuro, frío o cálido, sin importar su procedencia.
Son esferas perfectas, como las de Pitágoras, similares a pompas de jabón, de alegres colores, que se asientan en alguna especie de cielo, al que miramos con esa fácil y sincera sonrisa.
Pero cuando las nubes llegan y estalla la tormenta, caen igual que las gotas de lluvia en tu cara, rompiéndose como cristales cuando alcanzan el suelo. Y yacen blancas y apagadas, como bombillas cascadas con el interior negro. Entonces la música se aleja y uno trata de comenzar una nueva búsqueda del Sol, en otro lugar, de otra forma distinta. 

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