domingo, 18 de noviembre de 2012

Un 17 de Noviembre

¿Que si me importa? Claro que no me importa. ¿Por qué habría de preocuparme por alguien que ni si quiera me conoce? Sus ojos no le sonreían a los míos cuando nos cruzamos en aquel estrecho bar. Yo no era la persona a la que abrazó con aquella infinita alegría. Yo... Yo estaba allí pero él no me vio, como de costumbre. Sí, bueno, en algún momento me habrá visto pero para él no dejo de ser una cara más entre la multitud.
Mentiría si dijera que le conozco, que alguna vez hemos mantenido una conversación o nos hemos dicho algo coherente. Mentiría si dijera que una vez me miró a los ojos mientras me yo me deshacía lentamente. Y sería la mayor embustera de la historia si me inventara que una noche me abrazó, tal y como hacía años que nadie me abrazaba.
Claro que no me importa. ¿Por qué habría de importarme alguien que no sabe ni si quiera que existo?

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