martes, 2 de octubre de 2012

The magic is lost...

Háblame. Háblame de aquellos meses de Octubre que anidan en tu recuerdo desde hace tantos años. Aquellos días en los que las hojas formaban alfombras doradas a tu paso, sin parecer ni mucho menos que la vida las había abandonado. 
Háblame de esas tardes, de esos paseos bajo el sol, con la tarde cayendo ante ti, arrancándole destellos plateados al camino. Háblame de esos momentos que pintaste románticos en cada rincón de esos viejos días en los que creías que todo era posible.
Y háblame, mientras me miras, con esa ensoñación de niña enamorada y perdida, que cuenta las horas para encontrarse de nuevo en tan añorado escenario. 

Háblame, cuéntamelo otra vez. Septiembre ya se ha ido y no ha sido tu peor pesadilla. Quizá ha pasado tan rápido que no has sido capaz de asimilarlo, no te has dado cuenta de que, ¡hola!, Octubre ha vuelto. ¿Por ti? No. ¿Para ti? Y para todos. Pero eres tú quien tiene que abrir ese cuarto oscuro donde guardas todas aquellas escenas más bien propias de poesía. ¿Cómo las llamabas? Estampas de ensueño.
Acuérdate de aquellos días, cuando lo único que hacía falta para sacarte una sonrisa era pensar en ese rayo de sol. Y aunque no lo tengas, aunque falte esa chispa que prenda la vela y la magia se haya ido, en algún lugar, en algún momento, tienes que encontrar ese rastro que te dejó.

Así que háblame, háblame como lo hacías antes. Y no te preocupes porque, como ella decía, "Siempre volverás a ser feliz" aunque la deriva, tu deriva, te lleve muy lejos de estas costas nuevas y desconocidas. 

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