lunes, 21 de enero de 2013

Pero todo acabó...!!

Y sigo perdiendo ganas, gasolina, motivos... por el camino. ¿Qué me queda? N.A.D.A.
Llega un momento en que el sistema se colapsa y se para y nada de lo que hagas sirve para que vuelva a funcionar. Das vueltas y vueltas a ver si encuentras una solución pero no hay ni un triste grano de arena a tu alrededor. ¿Y qué haces? Sigues pensando, sigue pasando el tiempo y sigues igual de perdida y cansada de todo.
Miras las horas, un cristal empañado, un vídeo, bostezas, cambias la tele... Sí, claro. Visualizas momentos futuros que suenan a milenios lejanos, pero no de forma realista, sino como un posible "sería" (would, que lo expresa mejor). Y nada, puedes sentarte a esperar. Pero esa espera de no-acción/cero-movimiento tendrá unas consecuencias, por las cuales luego te lamentarás, llorarás, blablablá y no habrá sacrificio humano/animal/vegetal que lo solucione. Los milagros también son sistemas que se colapsan y San Judas hay favores que ni si quiera decide cobrarse, puesto que no te los concede.
Y... ¡aaaay!! Quieres pensar algo optimista y es como: Venga, vamos, concéntrate, TODO VA A SALIR BIEN. Y vuelves al círculo vicioso: porque tal, porque cual, porque esto, porque pasará, porque si no... y si no sé qué, y blablablá... Entonces el torrente de lágrimas vuelve al ataque, te caes ya sin fuerzas en la cama, a la espera de un mundo mejor, derrotada, sin encontrar ya más agua dentro de ti que llorar y nada. No hay ni ángeles que vengan a echarte un cable, por si acaso son mancos, ni gente que te escuche ni te dé soluciones, ni personas responsables que te digan lo que tienes que hacer, ni nada que afloje un poco el nudo de tu garganta... En fin, que eres muy grande y la mierda ya te la puedes comer sola, cosa que hace mucho tiempo que ya haces, pero la gente no lo sabe y todo el mundo vive emperrado en darte lecciones de vida y de moral. Sí, señor, vosotros me enseñáis todo, yo jamás he aprendido nada. 

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