martes, 2 de julio de 2013

Y mentira era que...

Podías hacer cualquier cosa. El mundo, la vida, las decisiones, el tiempo... todo era tuyo. Los límites y las barreras acabarían justo cuando tú quisieras, a golpe de esfuerzo y empeño. Las ganas y la ilusión eran tu salvavidas, tu pase a la felicidad. La sonrisa era la mejor cura, el mejor arma contra todo desprecio, ataque o caída. Levantarse cuando hay un bache, cuando tienes un mal día, ése es el primer paso. El optimismo era la pastilla capaz de enfrentarte al NO. 

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