sábado, 23 de marzo de 2013

Cataplóf

Y de repente un sentimiento intensamente extraño de tranquilidad. Como si hubiera gritado durante horas, durante días. Sé que se me ha roto algo por dentro, aún no sé qué es, pero me falta algo, o me ha estabilizado. Se me han acabado las lágrimas, pero por otro lado a ratos se me vienen. El caso es que estás lejos, muy lejos, demasiado. ¿Son cosas mías? ¿Ilusiones? 
Se me hace que no hay nada por lo que pueda luchar, que no tengo que seguir manoteando. Me molesta pensar que ya está, que se terminó y que bueno, cuántas más habrá que desean lo mismo, cuántas lo habrán conseguido, por cuántas habrás movido un dedo y por cuáles no. 
Pero, Dios, ¿qué es esto? Y esto es tan simple como que no sé a dónde ni a qué aferrarme.
¿Quién soy? ¿Qué hago? ¿Cuál es mi próximo paso? Supongo que otro mundo empieza, que acabó anoche, que empieza en dos semanas. ¿Transición? ¿A qué? Solamente no quiero perder el tiempo, no quiero perder nada. Necesito ganar algo, algo más que una sonrisa congelada en una foto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario