lunes, 26 de marzo de 2012

(!)


Bailes que roban sonrisas. Labios perdidos sin boca que besar. Besos que nadan en el fondo de una copa. Penas que flotan porque no se pueden compartir. Secretos que logran escapar de oídos indiscretos. Palabras ni tan si quiera susurradas que esquivan miradas. Flechas que no hacen diana. La música es una vía de escape un tanto confusa.
Sus caderas son un mundo maravilloso en el que perderse. El hueco de su cuello el camino hasta la curva de la locura. Una caricia que se contonea suave y sensual. Media luna perfecta y blanca, dueña de esa oscuridad.
Ilusiones marchitas en mundos de purpurina. Azul de ensueño que anuncia tormentas. Soles dorados que se alejan por la puerta. Al final, en el suelo de ajedrez, la vieja reina llora en un rincón.


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