viernes, 14 de junio de 2013

Ocho

¿Sabes? Siempre me ha parecido curiosa la forma que tenemos de relacionarnos y necesitarnos. Alguna vez, cuando llevaba tiempo sin verte y estaba por los suelos, de repente aparecías. De alguna manera todo me decía que iba a encontrarme contigo, y allí estabas: en el Lulla, en el parque, en la puerta de mi casa, en alguna tienda, en la misma acera. Pero por otro lado, tengo la mala suerte de que precisamente te vas y me atropella algún problema. Es en esos momentos cuando tengo que vérmelas conmigo misma y con el problema. 
Cuando se trata de ti, las señales las impones tú indirectamente. La puerta cerrada y la guitarra son para que no te moleste, para que no acuda. Y me deshago deseando abrir de un porrazo y sacarte de ese ensimismamiento tormentoso. Pero luego hay noches que no suena la guitarra, y cuando ya no aguanto más, voy a buscarte. No me importa cuántas veces me rechaces, cuánto te hagas el loco; esas noches son mías y yo venzo a tus temores. Pero me encanta cuando no pones ni fuerzas ni resistencia alguna, cuando tampoco lo pides, ni me miras. Sólo me acerco y sonríes, y ya sé lo que necesitas. 
Es extraño ser UNO a veces con alguien, y que ese mismo UNO se diluya a las pocas horas en miles de kilómetros de distancia inexistente. Pero me gusta pensar que somos dos extremos, y que al fin y al cabo, habíamos de tocarnos en ciertos momentos. Y es así como funcionamos. Quizá por eso no podamos enamorarnos, pero precisamente esa condición de extremos es lo que nos mantiene juntos.
Siempre creí que Rock y yo no podíamos ser más distintos y, sin embargo, nos queríamos de verdad, que eso sí era amor y lo nuestro simple capricho repentino. Pero no. Aunque alguna vez tenga a alguien con quien compartir esa definición de UNO completo que solemos pensar del amor, creo que nunca se aproximará a lo nuestro. Lo superará, seguramente, pero entre tú y yo hay una conexión diferente, algo ilógico que va más allá del tiempo y las personas. Creo que toda la vida me preguntaré qué es. O no. Puede que ya lo sepa: COMPLEMENTARIEDAD.

No hay comentarios:

Publicar un comentario