miércoles, 12 de junio de 2013

¿Vamos a la cama?

Y un día te levantas (o más bien es que no te has acostado) con ganas de... Verborrea mental. Te gustaría o sientes la mortal necesidad de contarle todas tus idioteces a alguien, pero no. ¿A quién? ¿A la tele? ¿A tu amiga por wassap? Naaa... Y el silencio mortecino de una habitación recién iluminada te anima a hacer a algo que no sabes qué es. 
Todos tenemos ganas de que se nos escuche, una opinión, algo que decir... Y no siempre hay alguien dispuesto a escucharnos. Normalmente se necesita a una persona de paciencia infinita. ¿Dónde has dicho que las venden? Tengo la suerte de encontrarme rodeada de gente con la mágica capacidad de aguantarme. Yo nunca lo haría. De hecho, no lo hago. 
Todos, alguna vez, hemos tenido un sueño de esos así muy grandes, a lo bestia, un sueño que nos hiciera feliz de poder realizarse. Algo mejor que esto, que aquello, que lo demás. Llámalo como quieras. Y a muchos nos habrán dicho, o lo habremos escuchado en la tele, da igual, es caso es tenerlo presente: PUEDES HACER LO QUE QUIERAS EN LA VIDA, SÓLO TIENES QUE LUCHAR. Eeeemm... primera gran mentira que te cuentan de pequeño. Pero lógicamente, si no te la cuentan, poco más habría que hacer en ella que suicidarse o dejar que fuera de nosotros lo que el mundo quisiera. Así aprende uno que la vida funciona a base de errores, éxitos, fracasos, palos, sonrisas, pequeños y grandes caprichos, suerte... y que o pones interés en algo o te mueres en vida.
Luego está esa gente que tienen vidas tan alucinantes y dices: "¿Por qué yo no?", y muchos hasta te cuentan su secreto: Inténtalo. Y hala, tú eres original y si tienes los suficientes huevos lo conseguirás sabe Dios cuándo. Y si no lo consigues... Vives a diario, sigues soñando, te acuestas, te levantas, ríes, lloras, ríes, te vienes abajo y sigues viviendo. 
La suerte es algo que no nos acompaña a todos, al menos no siempre. Alguna vez habrá que seamos felices. Hay gente que tiene un imán para la tragedia, y gente que tiene un imán para la risa. Gente que lucha desde que nace, gente que muere sin saber lo que es sufrir (S.U.F.R.I.R.). Y... sí, bueno, hay gente con talento, pero como es algo que se ha sumamente generalizado pues... Muchos viven con el alarde de YOSOY YOPUEDO YOLOCONSEGUIRÉ y viven pasando por encima del común de los mortales con ese eslogan vitalicio. 
Cómo olvidamos a menudo que no todos hemos venido a triunfar en esta vida, que no todos somos dignos de admirar, sino que algunos simplemente hemos venido a admirar a otros. Admirar, que no idolatrar (amar, defender, suplicar su atención hasta el extremo de la muerte). Que triunfar en la vida no tiene que ser precisamente eso, sino conseguir ese pequeño remanso de paz donde uno es feliz con lo que es, con lo que tiene, y suena muy peliculero: ya seas puta, basurero, político, abogado... Sí, pobres ricos que tanto tienen. 
En fin... No es eso lo que quería decir. Quería decir que por enésima vez estoy convencida de que no todo el mundo puede ser libre. Quien finalmente es libre se olvida del mundo, se dedica a lo suyo, y no todos tenemos el don de escapar al orden, de que nos doblen las rodillas. No. No todos somos Sartre, Beauvoir, Nietzsche, los Rolling, Jim Morrison o cualquiera de esos personajes. Ni si quiera muchos de ellos lo serán, pues de alguna u otra forma son esclavos de lo que ellos mismos son, representan, su propio pensamiento. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario