martes, 23 de septiembre de 2014

De la inutilidad del "yo" absurdo

¿Se aprende siempre de los errores? ¿Es siempre posible rectificar? ¿Enseña algo cometer errores una y otra vez? ¿Es necesario equivocarse para aprender algo realmente? ¿Vale de algo ese aprendizaje? Y si tiene algún valor, ¿por qué es posible que caer se vuelva una manía recurrente? 
Me creía todo ese rollo de que construir un camino era equivocarse alguna que otra vez, que incluso había cosas que era necesario no evitar, simplemente para tomar contacto con la experiencia. Obviamente nunca con la total ingenuidad de creer que eso se puede extrapolar a cualquier circunstancia. Y me ha hecho siempre mucha gracia siempre esa frase de "Lo que no te mata, te hace más fuerte" o "El dolor nos hace fuertes". Realmente no lo creo, porque no ha sido esa mi experiencia. Con los errores me sucede lo mismo.

De todas las tonterías y no tonterías que he hecho, sigo arrepintiéndome de mil decisiones, pagando consecuencias. En algún momento he pensado que equivocarnos nos ayuda a madurar, a tomar mejor las futuras decisiones. Y con el tiempo me voy dando cuenta de que no, de que son reglas circunstanciales, singulares, nunca aplicables a todos los casos. Quizá sea esa estúpida habilidad que tengo para escaparme/huir por la peor de las puertas. 
No me sirve nunca de nada pensar que me he quitado un peso de encima cuando consigo cerrar un capítulo, solucionar un problema. Pienso en lo que he perdido, en lo que podría haber hecho, porque ya no me quedan opciones para el futuro. Y entonces se convierten en losas todas las acciones que no pude llevar a cabo, ya sea por miedo, porque no se dieron las circunstancias, o porque en ese momento pensé, opté o me vi forzada a tomar X decisión.

Así que creo que no he aprendido de los errores: no me ha reportado nada beneficioso ninguna mala experiencia. Ya no puedo volver atrás, ni redirigir situaciones actuales: tengo que apechugar, aunque sea con una tortura inútil que me está volviendo loca y haciéndome más infeliz que nunca. No he aprendido nada de cometer el mismo error varias veces: sigo adelante porque no hay otra opción, y mi mayor arrepentimiento es no tener valor para mandarlo todo a la mierda, porque entre cero-nada y cero, tengo que escoger cero-nada. No pienso que necesariamente haya que equivocarse para aprender algo, de alguna manera la observación, la precaución nos pueden ayudar a frenar en ciertas ocasiones, aunque ese tampoco sea mi caso y ocurra siempre lo que quiero evitar. De modo que no tiene ningún valor este aprendizaje supuesto, ya que sigo cometiendo el mismo tropiezo y no tiene remedio. Y supongo que caer es una manía recurrente porque no es posible vivir de otro modo: no sé vivir de otra forma, no tengo esa capacidad, no tengo sentido común. 

¿El mayor de los problemas? Un círculo vicioso incorruptible que no me deja avanzar, ni madurar, ni aprender, ni considerar, ni retener. Es una conciencia no-conciencia. Cada día es como un empezar de nuevo, pero pisando las mismas huellas que llevan al abismo. Y lo peor, lo más absurdo y estúpido de ser un animal inútil y enjaulado en su propio "yo/jaula", es que se puede albergar esperanzas de que algún día todo cambie, y pueda ser valiente, feliz y desarrollar la capacidad de disfrutar. De manera que equivocarse, para mí no es sinónimo de obtener algo a cambio, un lado del que obtener un beneficio, sino que es siempre tirarlo todo por la borda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario