miércoles, 24 de septiembre de 2014

You're a child and then I was a child in that Kingdom by the Sea

Leo. Respiro. Me suelto el pelo y caigo en la realidad. Mirando al suelo todo se vuelve más nítido. ¿El qué? Tú. Pequeño milagro que por un instante me hace reír. Segundos después la ilusión se evapora. ¿Te he dicho ya que odio que me roben la sonrisa? Sigo prefiriendo la noche. El Sol poniéndose, despidiéndose, hundiéndose. Sol al fin y al cabo. 
Pero hay mil mundos y yo no pertenezco a ninguno de ellos. Arriba está demasiado oscuro sin la luna llena. Abajo la realidad no tiene cabida para mí. Todos los puntos cardinales se han borrado de mi triste brújula. Lo único que me quedaba, mi reino azul, sigue hundido en una pesadilla, en un coma profundo del que no logro rescatarlo. El único lugar donde todo era posible hace mucho tiempo que me cerró sus puertas, y en medio de esa locura, todos los días me pregunto por qué, para qué y resuenan las palabras de mi abuelo: "Sólo por la curiosidad de seguir viviendo". 
Quisiera llevarte allí, dejar que acamparas a tus anchas, que te enamoraras de la hermosa escalera que lleva al cielo, de la Reina de Mayo, del reino bajo el mar... Quisiera que lo conocieras, a fondo y de verdad. Quisiera que lo eligieras. Quisiera que lo tomaras, que pudiera ser también tu hogar. Y ya ves que hasta eso he perdido, que puedo olvidarme hasta de mi propio camino. 

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