miércoles, 12 de noviembre de 2014

I

Definitivamente: que pase el tiempo. Ahora mismo es lo que menos me preocupa. Igual un minuto más que uno de menos. No pierdo ni gano nada. Un día más es un día más y viceversa. Me da mucha pereza echarle un pulso que sé que voy a perder. Y me da pereza también llorar. No es orgullo. No es amor propio. No es vergüenza. No es asimilación de la locura. Volverá a darme otro ataque de éstos. No será el primero, ni el último, pero ojalá no vuelva a pasarme. Querría decir que ahora soy yo quien realmente decide. Ya veremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario