domingo, 16 de noviembre de 2014

IV-V

"Yo no creo en las casualidades, no creo que las cosas pasen porque sí".

Es el tipo de frase que me gustaría creerme muchas veces, que las cosas no pasan porque sí, que en alguna parte está todo escrito. Por otro lado, aunque personalmente sí pienso que algunas cosas me pasan por X razones, porque parece que está todo planeado para que no deje de equivocarme y siga cagándola, también pienso que es tristísimo pensar que la vida está medida, escrita, limitada en alguna parte. 
Tiendo a pensar que el destino no existe en parte, pero que en parte sí. Que la vida no tiene conciencia, que se dan ciertas situaciones, coincidencias, accidentes, y ocurren situaciones en las que la suerte nos sorprende, o desgracias que nos destrozan la vida. Creo que es triste martirizarse, pero que no lo podemos evitar. Nos sucede algo y nuestro cerebro necesita saber el por qué, situarse, descubrir qué falló, qué pasó para que tal cosa sucediera. Unos lo interpretamos como señales de algo, otros no le dan mayor importancia. 
Sinceramente, no lo tomé ni lo tomo como señal de nada. Siempre supe lo que iba a pasar, que era nada. Eso lo tuve claro desde el primer momento. Igual que sabía que también esto tendría que llegar algún día, también desde el primer momento. ¿Problema? No lo sé. Supongo que es cuestión de acostumbrarse. Que un día irá sucediendo a otro y bueno, no tengo problema: consumir el tiempo y hacer que no valga para nada, tirarlo, desaprovecharlo, arruinarlo, ésa es mi especialidad. Es más, tengo ganas. Ganas de saber qué pasa más adelante. Esa mierda de pregunta que ronda las RRSS, sobre si tu vida fuera un libro, si querrías saber el final o no, si mirarías la última página. Yo la miraría. Sabría el final y no sé si cambiaría mucho mi visión, si mi esperanza maldita y odiosa dejaría de retar al destino, de sentarse a esperar un milagro en el último momento.
Lo bueno es que la Bestia sigue dormida, que no llora, que no se hiere, que no consigue hacerse daño. No es tan fácil borrarte del todo, no es tan fácil aparcar todo otra vez, volver a empezar. Pero eh, ¡quién sabe! Será muy ingenuo por mi parte, pero quizá algún día consiga olvidarme y arrancarme ese trozo de carne inservible, como tantos otros =D 
Que sí, que no es fácil recomponerse, ni lidiar con los delirios y la locura. Podría decir mil cosas y ninguna sería cierta. Cuando llegue cierto momento, X día sin fecha, me daré cuenta de que bueno, fue una tontería, una de esas tantas que me creí, nada especial. Sólo una absurdez más. Sentiré vergüenza, como no siento ahora, sino aún mayor, y querré meterme bajo tierra, más que ahora, pero bueno, habré sabido mejor discernir entre la realidad y la REALIDAD. Lo de loca es para toda la vida. Lo de buscar es para toda la vida. Lo de cagarla es para toda la vida. Y yo seguiré esperando, tontamente, que algún día se me pase la diarrea mental, la tontería, la locura absurda, las ganas de algo mejor, de algo de verdad. Porque en cierto modo, ni me importa cuánto tiempo pase, ni si me arrepiento en un futuro. No quiero pero no es opción pensar otra cosa. Chi, arrivederci sueño bonito. 

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