viernes, 21 de noviembre de 2014

XI

¿Por qué no odiarse? ¿Por qué tener que conformarse con lo que uno es y tener que alegrarse? ¿Por qué creerse aquello de "quererte para que los demás te puedan querer"? ¿Por qué no eliminar, recortar, hacer desaparecer, hundir... todo aquello que no te gusta de ti? No es lo mismo, claro que no. Si alguien dice que el físico no importa, miente. Cuántas veces he escuchado lo de ser guap@, y lo de "sí, pero está buen@". Eso me hace pensar que incluso siendo un espantapájaros, si tu cuerpo es maravilloso, con eso basta. Obvio. ¿Quién no querría un cuerpo perfecto, quitarle, añadirle, montar y desmontar? Ojalá fuera tan fácil. Ojalá no fuera importante, pero lo es. Demasiado. Lo que más. Sobre todo en la juventud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario