miércoles, 5 de diciembre de 2012

(...) 14 de Enero de 2010


Resbalé o me dejó caer, no lo sé. Supongo que así debía de ser, aunque lo habría cambiado todo porque aquello continuara. Ahora no sé lo que haría. El pasado es un refugio seguro para mí, aunque me haga llorar.
Desde entonces, estoy en este agujero, del que no he conseguido salir. No se está tan mal, pero tiene sus consecuencias. Lo que peor llevo es la continua sensación de vacío, y el hecho de que he perdido mucho más de lo que algún día podría llegar a conseguir el resto de mi vida.
Lo único que necesito es que el Sol vuelva a salir por esta acera y que me guíe un poco. Intentar mantener un poco el equilibrio, ya que no tengo derecho a pedir nada, porque no me lo merezco. Pero a veces lo necesito. Sí, también siento necesidad.
Aunque sea fingido el momento de un amanecer perfecto que nunca desembocará en una preciosa historia de amor. No importa. Un recuerdo feliz también puede ser triste y hacer daño, pero a mí me reconforta. Pero los recuerdos también se desgastan y pierden su claridad. Se vuelven casi translúcidos, una estampa de sueño. Es como contemplar algo hermosísimo y emotivo a través de un cristal empañado. De ensueño.
No sé...Ahora pienso que, con que un rayo de Sol me diera en la cara y yo sonriera, sería feliz, pero también tengo la esperanza de encontrar un poco, de volver a sentir el amor como antes. O conocerlo.
Pero, aunque ya sé que todo es un tanto fingido y un rato disfrazado de ternura, yo ya te había cogido cariño.

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