miércoles, 5 de diciembre de 2012

Vendetta! Vendetta!

Mira la noche, mírala cara a cara. Pregúntale a la luna si merece la pena, y quizá ella esté mirando en estos momentos las mismas estrellas que tú. Y supongo que el sueño te dará la respuesta. Los vasos se llenan y también se tienen que vaciar. Puedo entender que estés cansado y aburrido, harto de caprichos y tonterías de madrugada. Es lo que tienen las niñas que se vuelven rebeldes demasiado mayores... Y quién sabe, a lo mejor se arrepiente, pero tú no querrás volver a empezar.
Y mira, mira el sol que te acompaña. Es un privilegio que no todos podemos tener y sí, lo más importante es que no lo pierdas nunca. Aunque te desgarren el vientre profundo, probablemente haya algún polvo que valga más que todas las historias de amor baratas y enlatadas que se te presentan a diario. 

Pero, ¿para qué te digo...? Pues no lo sé. Me rompe saber que estás mal, que algo se te haya resquebrajado y digas ¿qué más da? ¡No! Porque lo tuyo es siempre una huida hacia adelante, un alto vuelo que impide que alguien te alcance y le des rienda suelta a todo ese cúmulo de confusiones, emociones, enfados, lágrimas... Sí, cariño, eres muy fuerte pero también necesitas ser débil. No todos los abrazos son refugios seguros ni sinceros pésames. La verdad es que hay mucha mano negra disfrazada que sólo piensa en sus intereses. Y hay algo que me hace querer decirte todas las tonterías que se me pasan por la cabeza, como ahora, y otro algo que me empequeñece a tus ojos y me hace sentir idiota. Porque no pinto nada en tu vida ¬¬

Y ¿por qué te digo...? No lo sé. Supongo que para demostrarte que mi cero capacidad de ayuda está a tu disposición, que no es necesario que me cuentes para saber, no lo sé. Quizá sólo quiera que me mires una vez más a los ojos y quedarme flipada, o quizá quiera de verdad ayudarte. Sólo sé que me importas, y mucho. Así que nada, señor pajarito-halcón-orgulloquebrado-sonrisaperfecta-ojospreciosos, lo único que me queda es que eres mejor que todo eso, que encontrarás la felicidad aquí o allá, pero que te des tiempo para ello. El suelo no está tan mal y a esa altura a lo mejor podríamos hablar. Sólo espera, un poco más, y verás como todo acaba siendo mucho mejor. 

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